PFAS en utensilios de cocina: ¿riesgo para la salud y alternativas seguras?

En los últimos años, los utensilios de cocina antiadherentes han sido una bendición para nuestras rutinas culinarias. Cocinar y limpiar se vuelve fácil, rápido y sin el engorroso proceso de rascar sartenes. Sin embargo, esta comodidad podría tener un precio alto para la salud. Los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas) que se emplean para crear superficies antiadherentes en sartenes, cazos y otros utensilios, están despertando una creciente preocupación. Recientemente, La Vanguardia publicó un artículo que analiza los efectos de estos compuestos, y como experto en el tema, aquí desglosaré el asunto para ti: qué son los PFAS, los riesgos que presentan, y cómo proteger tu salud eligiendo alternativas seguras en la cocina.

¿Qué son los PFAS y por qué se usan en los utensilios de cocina?

Los PFAS (sustancias per y polifluoroalquiladas) son una familia de compuestos sintéticos que, entre otras propiedades, repelen el agua y el aceite. Esto los hace útiles para múltiples aplicaciones, desde sartenes y cazos antiadherentes hasta ropa impermeable y envoltorios de alimentos. El problema es que estas sustancias también tienen la característica de ser persistentes en el medio ambiente: no se degradan fácilmente y pueden acumularse en los ecosistemas, en los animales, y en los seres humanos.

Los utensilios de cocina antiadherentes que todos conocemos deben su magia a uno de estos compuestos, el PTFE (politetrafluoroetileno), mejor conocido como Teflón. Este revestimiento permite que los alimentos no se peguen, facilitando la cocción y la limpieza. Sin embargo, lo que inicialmente se presentó como un avance seguro para nuestra vida diaria, se ha convertido en una preocupación importante. La pregunta que surge entonces es: ¿hasta qué punto podemos cocinar en estos utensilios sin poner en riesgo nuestra salud?

Los riesgos de los PFAS para la salud

La preocupación principal con los PFAS radica en su capacidad de acumularse en el organismo. Una vez que entran en nuestro cuerpo (a través del aire, del agua, o de los alimentos cocinados en utensilios antiadherentes dañados o sobrecalentados), los PFAS se adhieren a tejidos y órganos, y tardan años en ser eliminados. Los estudios sugieren que estas sustancias están asociadas a varios problemas de salud, incluyendo disfunciones en el sistema inmunitario, problemas hormonales y mayor riesgo de algunos tipos de cáncer.

Problemas de salud relacionados con los PFAS:

  1. Disfunción inmunitaria: Se ha observado que los PFAS afectan el sistema inmunitario, debilitando la respuesta del organismo frente a infecciones y afectando incluso la eficacia de algunas vacunas.
  2. Efectos hormonales: Algunos PFAS son disruptores endocrinos, lo que significa que interfieren con la regulación hormonal del cuerpo, afectando la reproducción, el desarrollo y el equilibrio hormonal general.
  3. Problemas hepáticos y renales: La exposición prolongada a PFAS ha sido asociada con enfermedades del hígado y los riñones.
  4. Cáncer: Existe evidencia que relaciona algunos PFAS con un mayor riesgo de cáncer hepático y testicular.
  5. Diabetes tipo 2: Aunque la investigación aún no es concluyente, se están estudiando los vínculos entre PFAS y la diabetes tipo 2.

¿Qué sucede con los utensilios de cocina antiadherentes?

Cuando cocinamos a altas temperaturas en una sartén recubierta de PFAS o PTFE, el revestimiento puede comenzar a deteriorarse. Esto es especialmente preocupante cuando se utilizan utensilios metálicos o abrasivos que dañan el revestimiento. Una vez que el recubrimiento se daña, pequeñas partículas y gases tóxicos pueden liberarse y transferirse a los alimentos durante la cocción.

Además, estudios como el publicado en 2017 en Environmental Science and Pollution Research sugieren que estos gases liberados pueden tener una “toxicidad de leve a grave”, dependiendo de la temperatura de cocción. Así que, si alguna vez has notado un olor extraño al calentar una sartén vacía, podrías estar inhalando sustancias dañinas.

Otra cuestión alarmante es que, aunque los compuestos más tóxicos, como el PFOA y el PFOS, han sido prohibidos en muchos países, la industria ha comenzado a usar otros compuestos similares de la misma familia que no están sujetos a las mismas restricciones. Este fenómeno, conocido como “sustitución lamentable”, implica que los nuevos PFAS podrían presentar riesgos similares a los ya prohibidos, pero con menos estudios que respalden su seguridad.

Consejos para reducir la exposición a los PFAS en la cocina

Si quieres reducir la exposición a estos tóxicos en tu cocina, aquí tienes algunos consejos prácticos:

  1. Evita calentar en exceso los utensilios antiadherentes: Los PFAS y el PTFE se descomponen a temperaturas elevadas, por lo que es mejor cocinar a fuego medio o bajo.
  2. Usa utensilios de madera o silicona: Evita los utensilios metálicos que pueden rayar y dañar el revestimiento antiadherente.
  3. No uses el lavavajillas: El lavado a mano es más suave y protege el revestimiento, prolongando la vida útil de los utensilios.
  4. Sustituye los utensilios desgastados: Si el revestimiento de la sartén o cazo está dañado, lo mejor es desecharlos y optar por una alternativa más segura.
  5. Escoge alternativas libres de PFAS: Cada vez hay más utensilios de cocina en el mercado que están etiquetados como libres de PFAS, aunque no todos cumplen realmente con estos estándares.

Alternativas seguras a los utensilios antiadherentes convencionales

Si estás buscando cambiar tus sartenes y ollas antiadherentes, aquí tienes algunas alternativas seguras:

  • Acero inoxidable: Durable y resistente a temperaturas altas, el acero inoxidable es una de las mejores opciones para cocinar sin riesgo de liberación de toxinas.
  • Hierro fundido: Aunque requiere algo más de mantenimiento, el hierro fundido ofrece una superficie antiadherente natural cuando se cura adecuadamente.
  • Cerámica: Las sartenes de cerámica no contienen PFAS y son seguras para cocinar, aunque pueden ser menos duraderas.
  • Vidrio: Ideal para hornear y recalentar, el vidrio no reacciona con los alimentos y es fácil de limpiar.

Los PFAS más allá de la cocina: otras fuentes de exposición

Es importante recordar que la exposición a los PFAS no solo ocurre en la cocina. Estos compuestos están en una variedad de productos de consumo, como ropa impermeable, productos de cuidado personal, muebles, y alfombras. Limitar la exposición en todas las áreas de nuestra vida es fundamental.

Consejos para reducir la exposición a PFAS en el hogar:

  • Evita productos de limpieza y cuidado personal que contengan PFAS.
  • Opta por ropa y textiles sin tratamiento anti manchas o impermeables.
  • Limpia con frecuencia para reducir el polvo en el hogar, ya que puede acumular PFAS provenientes de diversas fuentes.
  • Revisa el agua de grifo: En algunas zonas, los PFAS han sido detectados en el agua potable. Considera usar un filtro de alta calidad si tienes dudas.

Esperando una regulación global para los PFAS

Uno de los mayores retos con los PFAS es la falta de una regulación exhaustiva y global que abarque todos los compuestos de esta familia. Actualmente, la Unión Europea y otros organismos están considerando establecer regulaciones más amplias, pero el proceso puede tardar años en completarse. Mientras tanto, los consumidores debemos ser conscientes de las posibles fuentes de estos contaminantes y tomar medidas preventivas.

Algunos expertos, como Ethel Eljarrat, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), sugieren que se debería aplicar el principio de precaución: prohibir el uso de cualquier nuevo compuesto de esta familia hasta que se demuestre que es seguro. Esto cambiaría el enfoque actual, donde los compuestos solo se regulan después de haber acumulado evidencia de toxicidad.

Conclusión: Protege tu salud, comienza por tu cocina

El mundo de los PFAS y los utensilios antiadherentes puede ser complejo, pero tomar decisiones informadas en la cocina es un gran paso hacia un hogar más saludable. Cambiar los utensilios antiadherentes por alternativas seguras, evitar el sobrecalentamiento de sartenes y optar por marcas que certifican la ausencia de PFAS son estrategias efectivas para reducir nuestra exposición a estos compuestos. La conciencia sobre los contaminantes en la cocina y en otros productos de uso diario puede ayudarnos a tomar el control de nuestra salud en un mundo donde la industria aún tiene un largo camino por recorrer en transparencia y regulación.

Recuerda, cada pequeña acción cuenta, y cuidar tu salud empieza por las decisiones que tomas en tu hogar.